La paroxetina fríe el cerebro

Después de estar tres meses teniendo que beber vino para poder dormir, me encontraba en el centro psiquiátrico, donde me probaron todo tipo de pastillas que pudiesen hacerme conciliar el sueño de nuevo. Ansiolíticos, hipnóticos, antipsicóticos, antidepresivos... De todo un poco.
Las tres primeras noches no dormí absolutamente nada, tenía que llamar a la enfermera de guardia a que me diese una pastilla de rescate cada hora, pero de poco me sirvieron los rescates; hasta que a la cuarta noche dieron con la combinación que por fin me hizo dormir: Zolpidem 10 mg y lantanon 10 mg.

Fue lo único bueno que saqué de ese ingreso.

Recuerdo que el primer día, cuando me empezaron a pautar la medicación, sentía que se me estaba derritiendo el cerebro y se me desparramaba por los lados, intenté escribir lo que sentía pero se me hacía una hazaña imposible sostener el bolígrafo, no podía fijar la mirada en ningún sitio, me daban tics todo el rato, se me salía la mandíbula y me temblaban las manos. Recuerdo haberme dado una ducha caliente de una hora intentando que así se me pasase aquella locura, me miraba en la manilla de la ducha y me veía las pupilas como si fuese de LSD. En aquel momento me llamó la hijísima, mi psiquiatra, me dijo que aquello era el "mono" o la abstinencia por el tranquimazin, eso no era posible, no llevaba ni un mes tomándolo a dosis de 2 mg al día.  A la hora de las comidas no era capaz de sostener un vaso o la cuchara, tampoco me podía estar quieta y me sentía totalmente ida. Actuaba de forma automática. Yo creo que una parte de mí murió ese día, porque al día siguiente yo ya no era la misma. Estaba tomando paroxetina con sabe dios qué más. La había tomado antes pero nunca me hizo ese efecto.

Los primeros dos días odiaba tomar la medicación, (odio y odiaré la medicación psiquiátrica toda la vida), me llamaban a tomarla e iba con resignación y asco. La tenía que tomar delante de los enfermer@s. Aquello cambiaba mi personalidad. Me volvía imbécil, me anulaba la voluntad. Pero más tarde entré en estado zombie y la tomaba sin rechistar. Ya no era yo.

Entré en el centro siendo yo, y salí del centro tomando Paroxetina, valium, gabapentina, zolpidem y Lantanon, y siendo un muerto viviente.

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